October 15, 2019
Este año, el Premio Nobel de Medicina fue otorgado a William Kaelin, Gregg Semenza y Peter Ratcliffe, quienes descubrieron el mecanismo molecular que regula cómo las células se comportan cuando los niveles de oxígeno caen.
El crecimiento de los tumores depende del aporte en oxígeno a la sangre, en particular en ciertos cánceres de progresión rápida, como el de hígado, que consumen tanta energía que queman todo el oxígeno disponible en torno a ellos. De esta manera, la investigación de estos 3 científicos es fundamental para desarrollar nuevas terapias en el campo oncológico.
Una célula normal, cuando no tiene la cantidad suficiente de oxígeno, se muere, porque no puede sobrevivir a esas condiciones. Sin embargo, la célula tumoral se adapta a esas condiciones de menor cantidad de oxígeno y puede sobrevivir. Muchas veces, esa situación de menor cantidad de oxígeno favorece la proliferación y la supervivencia de la célula tumoral.
Por eso, una de las líneas de investigación de nuevas terapias es poder modificar las condiciones de hipoxia de las células tumorales como tratamiento terapéutico.
Resulta importante recalcar que el impacto de la investigación llevada a cabo por estos investigadores es relevante para todo, desde el embarazo hasta el mal de altura, el cáncer o el proceso de cicatrización de heridas.